Dos yates se incendiaron el viernes 10 de diciembre mientras eran reparados. El incidente se produjo en el astillero Hinckley de Portsmouth (Gran Bretaña) y, según la información de los periódicos locales, «habían cortado parte de sus cascos» con resina, una sustancia inflamable que puede encontrarse cerca de otros tipos de aceites o grasas que se suelen utilizar para trabajar en las superficies de los barcos. Justo al lado estaba el yate de crucero Danneskjold, de 32 metros.  Afortunadamente nadie resultó herido, salvo las embarcaciones, ya que ambas quedaron destruidas.

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